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Es muy común (y normal) encontrar problemas de marketing durante la planificación, el desarrollo y el final de las campañas. Sigue leyendo y descubre cómo puedes solventarlos
El marketing es un sector lleno de obstáculos, pero para cada uno de ellos hay una solución que requiere un aprendizaje continuo, motivación, tiempo y recursos. Los problemas de marketing se encuentran en cualquier fase de cualquier campaña, aunque también podrían considerarse retos. Porque todos sabemos que el objetivo final es vender más y mejorar la rentabilidad de la empresa, pero el proceso para conseguirlo no es en absoluto sencillo.
Los 15 problemas de marketing más recurrentes y cómo solucionarlos
¿Cómo encontrar clientes? ¿Dónde está mi hueco en un mercado tan competitivo? Estas son solo dos de las preguntas más frecuentes relacionadas con el marketing, pero hay muchas más. Por ello, desde OCCAM planteamos 15 problemas de marketing frecuentes y posibles soluciones con hipervínculos a información complementaria que pueden ser útiles tanto para empresas veteranas como de recién creación. Veámoslos uno a uno:
- No establecer objetivos o hacerlo de forma incorrecta
Antes de poner en marcha una estrategia de marketing a corto o largo plazo (como ocurre con el inbound marketing), es imprescindible definir los objetivos claros que se desean conseguir con ella. De lo contrario, seguramente las campañas perderían su foco al no dirigirse hacia una meta específica. Lo mismo ocurre cuando sí se establecen objetivos, pero de manera incorrecta.
Solución: redacta objetivos teniendo en cuenta siempre los criterios SMART.
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No potenciar la diferenciación
Sea cual sea la estrategia de marketing empleada, la diferenciación de la empresa respecto a sus competidores es esencial para que sus productos puedan ser de interés para el público. Además, facilitará todas las acciones de promoción realizadas al tener unas características claras y fáciles de comunicar.
Solución: hay que buscar el segmento o nicho de mercado de la marca a través de la innovación, la originalidad y la calidad de sus servicios.
- No dirigirse a un público segmentado
Puede ocurrir que una empresa pretenda dirigirse a todo tipo de perfiles sociales o no elija su público objetivo ideal. Si se da alguno de los dos casos, será mucho más complicado encontrar clientes interesados en la marca y determinar una estrategia de comunicación adaptada, ya que no es lo mismo dirigirse a adolescentes que a personas mayores, por poner un ejemplo.
Solución: estudiar la segmentación idónea para la empresa y establecer un buyer persona.
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No comunicar adecuadamente el producto o servicio
Este problema de marketing es muy frecuente en marcas de reciente fundación que deben darse a conocer a través de un producto novedoso. Pero para llegar al público, hay que ser capaces de explicar en qué consiste de forma rápida, clara y sencilla. Además, es necesario adaptarse a cada grupo segmentado, ya sea en el tono del lenguaje, el canal de comunicación o el formato del mensaje.
Solución: esforzarse por conocer el producto e investigar sobre él analizando la competencia y hablando con el resto del equipo. Una vez hecho esto, será posible extraer sus elementos más atractivos para utilizarlos en la estrategia de comunicación, que presentará sus ventajas, cualidades, valores, etc.
- Desconocimiento de técnicas y herramientas útiles
El marketing ofrece un catálogo muy amplio de estrategias para lanzar una campaña. Por supuesto, no todas son igual de conocidas, y una empresa podría estar perdiendo oportunidades de promoción al emplear solo técnicas tradicionales en vez de otras más acordes a sus objetivos. Lo mismo ocurre con las herramientas, pues plataformas como HubSpot ayudan mucho al equipo de marketing de una empresa.
Solución: descubrir todos los tipos de marketing que existen y considerar el uso de herramientas.
- Complicaciones a la hora de encontrar clientes
El problema anterior suele estar relacionado con un alcance bastante limitado que no se convierte en una obtención real de clientes. Y es que encontrar al público objetivo y llamar su atención no es tarea fácil.
Solución: lanzar acciones comerciales acordes al presupuesto y los objetivos de la empresa.
- Una incorrecta estrategia de precios
Gracias a la diferenciación y el establecimiento de un nicho de mercado, la empresa no dependerá únicamente de la competencia de precios. Aun así, estos deben estudiarse y calcularse al milímetro para, como mínimo, cubrir los gastos.
Solución: crear una buena estrategia de precios según las 5C y teniendo en mente el impacto de la psicología.
- Falta de presupuesto o un exceso de gasto
Dependiendo del tamaño de la empresa y demás variables, el presupuesto será más o menos holgado. Desde el marketing, lo importante es sacarle provecho a cada euro e invertirlo en aquellas estrategias viables y más efectivas. Además, cabe destacar el imprescindible trabajo de planificación para no excederse en el gasto máximo fijado y generar un problema mayor.
Solución: hacer un buen presupuesto de marketing, optar por acciones comerciales adaptadas al mismo y controlar el gasto.
- Desconexiones entre equipos de la misma empresa
Es habitual que los responsables de marketing y los de ventas entren en colisión o no se dirijan hacia la misma dirección. Esto es un gran problema, ya que el trabajo de los dos sectores debe estar claramente dividido, a pesar de sus puntos en común.
Solución: convocar reuniones periódicas y garantizar la comunicación y el trabajo en común para alinear ambos equipos.
- Ubicación insuficiente en los motores de búsqueda
El posicionamiento SEO depende de muchos factores y hay que tenerlos todos en cuenta para facilitar que los clientes potenciales encuentren información de la empresa en Internet. Entre ellos, encontramos el diseño responsive, la usabilidad, las palabras clave, las técnicas de redacción, etc. No trabajar en estos elementos, además de perjudicar al posicionamiento en los resultados de los buscadores, emporará la experiencia del usuario con la empresa.
Solución: manejar los conceptos relacionados con el SEO y adaptarse a ellos lo mejor posible.
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Tener una alta tasa de rebotes en la página web
La tasa o el porcentaje de rebote hace referencia a todos aquellos usuarios que visitan una página web y salen de ella sin haber interactuado, navegado o pinchado en enlaces internos. Esto indica la cantidad de clientes potenciales que está perdiendo una marca y, con ello, ventas y beneficios.
Solución: medir el porcentaje de rebote, analizar el origen del problema y mejorar la web en consecuencia (con especial interés por el diseño visual).
- No aprovechar como se debería las redes sociales
La interacción con los usuarios y la posibilidad de crear una comunidad fiel a la marca dependen, mayoritariamente, de las redes sociales. Ya sea Instagram, Twitter, TikTok, Facebook… Las empresas tienen que aprovechar sus beneficios y oportunidades que, de hacerlo bien, salen muy rentables con poca inversión. No hacerlo solo acarrearía problemas y deficiencias en la experiencia de los clientes con la marca.
Solución: establecer una buena estrategia de comunicación con sus perfiles sociales y, a ser posible, contratar a un community manager.
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No trabajar el engagement
Cautivar a los usuarios y despertarles un compromiso con la marca es una labor a largo plazo, original y constante, pero merece la pena por sus beneficios. Si los clientes se sienten parte de una empresa o generan un vínculo emocional con ella, entonces querrán que le vaya bien, que sus conocidos la conozcan y adquirir productos con regularidad, por poner tres ejemplos.
Solución: concienciar a todo el equipo de marketing sobre este concepto, seguir los consejos que mejor funcionen para la marca y analizar casos de éxito como inspiración.
- Una pobre reputación digital e imagen de marca
El marketing debe preocuparse por la imagen que da de cara al exterior, ya sea a través de Internet (reseñas o redes sociales), en los medios de comunicación o en las conversaciones privadas. Hay que aprovechar al máximo las opiniones positivas e intentar solventar las negativas. De ello depende un índice considerable de las ventas.
Solución: elaborar un estudio de imagen de marca y poner soluciones a las posibles carencias.
- No analizar los resultados o gestionar mal los datos
El último problema de marketing es, a su vez, una conclusión. El tiempo invertido en cada estrategia o acción comercial (tanto offline como online) requiere de un estudio posterior (y de un seguimiento) para comprobar qué ha funcionado, qué no, su rentabilidad y si se han cumplido los objetivos. Las conclusiones derivadas de este análisis permitirán mejorar de cara al futuro.
Solución: crear un informe de resultados para cada campaña de marketing siguiendo los pasos y empleando herramientas expertas en el análisis y gestión de datos.