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¿Qué implica ser un buen community manager? ¡Descúbrelo!
Los perfiles en redes sociales de las marcas y empresas no son un robot ni funcionan solos: detrás de ellos, hay un equipo humano trabajando día a día. Y uno de esos empleados es el community manager (CM), también llamado gestor de redes sociales. Se trata de un perfil profesional creado en la era digital que se encarga de la comunicación a través de estrategias de marketing, publicidad o relaciones públicas. Es la imagen pública de la empresa y, como tal, su objetivo es crear contenido que aporte valor a la marca y genere una comunidad entre los usuarios.
Ser community manager es una labor multidisciplinar y una profesión en auge, ya que las empresas están empezando a tomar conciencia de lo importante que es transmitir una buena imagen pública no solo a través de la publicidad tradicional, sino también de la comunicación en redes sociales. En este sentido, es importante distinguir este puesto del social manager digital y del copywriter (aunque, en la práctica, puedes encontrarte que las tres funciones las desempeña la misma persona):
- El social manager digital es su supervisor. Realiza una labor más analítica y dirige las estrategias concretas para redes sociales. También controla, analiza y monitoriza las campañas realizadas por el community manager, que es quien ejecuta la planificación general del social manager digital.
- El copywriter se encarga de la redacción de textos dirigidos a campañas de marketing, ya sean guiones para vídeos tutoriales, artículos de un blog o publicaciones en redes sociales. Aquí entra en juego el community manager, pues su labor es más estratégica (recordemos que debe crear y mantener una comunidad). En cambio, el copywriter ofrece sus conocimientos para recurrir a las palabras más adecuadas para mejorar la rentabilidad y aumentar las ventas.
15 recomendaciones para tener en cuenta si eres (o quieres ser) community manager
Si te sientes atraído por las funciones del community manager, te apasionan las redes sociales y tienes grandes capacidades de comunicación, puede que esta sea tu vocación. Pero, antes de ponerte a los mandos de los perfiles sociales de una empresa, valora poner en práctica estos consejos:
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Infórmate sobre la marca
Parece algo básico, pero es fundamental. Si vas a ser la voz de una empresa, debes conocer su misión, los valores que defiende, sus objetivos y su historia. También es recomendable mantener relaciones con el resto de los empleados y encontrar datos curiosos sobre la empresa que puedas aprovechar en tus contenidos.
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Establece una planificación
Fijar tus objetivos a corto y largo plazo te ayudará a dirigir el trabajo del día a día. En este sentido, es fundamental que diseñes un calendario con las acciones diarias que llevarás a cabo, ya sean de cara al público o internas. De lo contrario, será inevitable que te dejes llevar por la improvisación y pierdas el control de tu estrategia.
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Crea una comunidad
Como ya hemos mencionado, esta es la labor principal y esencial del community manager. Por encima de aumentar el número de seguidores o los me gustas en las publicaciones de Instagram, está la creación de una comunidad de usuarios fieles e implicados en la marca. Es mejor llegar a menos personas si estas participan contigo y con la empresa. En este sentido, no conviene comprar me gustas ni seguidores: centra tu labor en generar una interacción humana con los seguidores (y posibles clientes).
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Atiende a los usuarios
En línea con el punto anterior, es importante que muestres empatía y respondas a las dudas, sugerencias o quejas de tu comunidad. Deben sentirse satisfechos con tu estrategia, y para ello es importante la atención personalizada y la rapidez.
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Conoce las diferencias entre redes sociales
Cada red social es un mundo con normas, públicos y comportamientos diferentes. Por ello, crea una estrategia particular según sus características comprobando qué funciona mejor en cada una de ellas. Además, ten mucho cuidado a la hora de publicar contenido y asegúrate de estar haciéndolo en la red social y perfil adecuados: mezclar las cuentas corporativas y las personales es más común de lo que parece.
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Sé creativo
La diferenciación con la competencia es esencial, y la labor del community manager es una de las mejores formas para conseguirlo. Sigue una estrategia unificada y creativa para hacerla reconocible y que destaque respecto al resto. Dedica tiempo de trabajo a pensar en ideas originales que resulten atractivas.
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No hables únicamente de la marca
Es imposible crear comunidad si solo hablas de los productos y servicios de tu empresa. Además de compartir mensajes llamativos en esta línea, comprueba qué intereses tienen los usuarios y crea contenido ligero sobre esos temas. Incluso puedes relacionarlos con tu marca para sacarle más provecho. De esta forma, harás más personal las relaciones con tus seguidores.
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Sigue las tendencias de Internet y aprovéchalas
Como consecuencia de la inmediatez propia de las redes sociales, un tema de máximo interés por la mañana puede quedar desactualizado por la tarde. Por ello, es imprescindible estar alerta a las tendencias y recurrir a ellas en el momento idóneo para promocionar un producto o hacer un comentario ingenioso que llame la atención. Por otro lado, puedes investigar la labor que realizan tus compañeros de profesión, analizar sus puntos fuertes y débiles y aprovecharlos en tu estrategia.
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Sé constante y paciente
Dependiendo de la empresa, no siempre es oportuno publicar contenido todos los días. Pero eso no quita que la constancia sea una característica intrínseca del community manager. Antes de pulsar el botón de compartir, hay un trabajo diario detrás de diseño, posicionamiento y planificación. Además, en relación con la constancia, es importante no perder la paciencia si no consigues tus objetivos en tiempo récord.
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Fórmate continuamente
Además de los estudios básicos iniciales, un community manager debe estar abierto ante las actualizaciones de su sector. Y no son pocas, teniendo en cuenta las novedades constantes que anuncian las diferentes redes sociales y la evolución natural del entorno digital.
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Familiarízate con herramientas útiles
Existen múltiples plataformas que facilitan cada una de las funciones del community manager, y es recomendable conocerlas y aprovechar sus recursos. Algunas de ellas son: Canva (diseño), Hootsuite (programación de contenido), Social Blade o Metricool (análisis de estadísticas). También puedes recurrir a las métricas gratuitas que ofrecen las propias redes sociales para los perfiles de empresa.
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No seas impulsivo
Las redes sociales no están libres (en absoluto) de conflictos y malentendidos. Por ello, es importante que estés preparado para recibir comentarios negativos y actuar con inteligencia, en vez de responder de forma impulsiva y peligrosa para la imagen de marca. Intenta no perder nunca el control de la situación.
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Gestiona debidamente las posibles crisis
Es probable que, como community manager, tengas que lidiar con alguna crisis de reputación. Aunque otras áreas de la empresa también se involucrarán en buscar una solución, debes mantener la calma y prestar atención a los tiempos.
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Cuida la ortografía
La redacción es inseparable del community manager y, aunque puedas mantener un tono informal, las faltas de ortografía dan una imagen descuidada que no beneficia en absoluto a la empresa. En este sentido, no abuses de los hashtags o emoticonos.
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Analiza tus resultados
A medida que avances con tu estrategia, ve comprobando las estadísticas que ofrecen las distintas herramientas para comprobar qué funciona y qué no. Así, podrás adaptar tus campañas en función de los resultados y ofrecer un mejor servicio a la empresa.