La tendencia Human-Centric Marketing, como ya desarrollamos en el artículo del blog, es el enfoque que prioriza las estrategias de marketing destinadas al humano y no exclusivamente a los clientes.
En el Inbound marketing se sitúa a los humanos como centro de la estrategia marketiniana, como método para resolver las necesidades de los consumidores. Se da mucha importancia a los vínculos humanos, ya que esto proporciona valor y confianza.
Este método marketiniano empieza al principio de la rueda de producción. Se trata de vender un servicio o producto que sirva a las personas para solucionar un dilema o llenar un hueco en las necesidades que no están cubiertas. Un ejemplo, sería la invención de la fregona, como una herramienta que facilita la limpieza.
Para averiguar una nueva necesidad, es obligatorio -por parte del equipo de marketing- identificar todos los datos posibles sobre sus clientes y buyer personas. Se trata de empatizar con la audiencia que quieres captar, ofrecer soluciones que resuelvan problemas reales, diseñar productos que les ayuden a vivir mejor, facilitarles la vida.
El éxito de las empresas, actualmente, se consigue porque los productos y servicios que se diseñan están enfocados en la demanda de las personas. Anteriormente, el marketing consistía en vender con calzador un producto o servicio, creando necesidades a los consumidores. Al haber cambiado de estrategia, se consigue una transparencia por parte de las empresas. La transparencia es un indicador de honestidad y veracidad, lo que acerca a los clientes.
La demanda se convierte en un condicionante para la oferta. La estrategia Human-Centric, va un paso más allá. Si la corriente Costumer-Centric, se basa en resolver las necesidades de los consumidores. En el momento en el que se sitúa a las personas humanas como foco principal de un planning, se intenta captar valores que se ajusten a tus preceptos como empresa y captar personas que se puedan fijar en esos valores.
Ya hemos hablado de la importancia de potenciar la marca personal. El Human-Centric marketing, repite la importancia de crear una marca personal como empresa. Las firmas se tienen que identificar con unas ideas, así los posibles clientes quedan identificados, no exclusivamente con los productos, servicios y necesidades, ahora con el mensaje que defiende una empresa. Apelar a las emociones y sensaciones, proporciona mensajes que llegan a los clientes de manera indirecta. Es una manera de mejorar tu branding, ya que mejora la percepción sobre tu marca.
Los valores humanos son aptitudes como son la empatía, la amabilidad, la compasión o la justicia. Mensajes que contengan esta carga interior, perfilan la marca personal de tu empresa. A través de la fidelización de tus clientes, conseguirás que estos leads sean promotores de tu empresa. Como empresa se debe demostrar solidez, humanidad, credibilidad y autenticidad, esto refuerza la imagen exterior y te convierte en referente para las personas.
El target de este marketing está enfocado en fomentar ideales éticos y sociales, destinado a satisfacer necesidades sociales y medioambientales, y a mostrar los valores de la empresa y buscar la confianza de las personas. Se trata de preocuparse por crear un impacto positivo en las personas y no solo de los resultados económicos pueden contribuir a crear una sociedad mejor.
No se debe sobrepasar el límite, del greenwashing o pinkwashing, dos tendencias relacionadas con el Human-Centric Marketing. Sin embargo, excederse en aplicar estos valores, tiene un efecto negativo. Ambos términos son conocidos como un lavado de cara, en los que algunas empresas tratan de llegar a una audiencia procedente de colectivos minoritarios, sin representar y defender ese tipo de políticas -como es el caso de los derechos LGTB, la lucha contra el cáncer o la defensa medioambiental. En estos casos, con la excusa de “crear una sociedad mejor”, se peca de apropiación de estos valores y pueden quedar como hipócritas.
Lo más importante, antes de iniciar con este método de marketing, es identificar las necesidades de las personas. Tu objetivo no es vender un producto, sino crear una solución a los problemas de tus posibles clientes. Resulta imprescindible estudiar a tus buyer persona. Los datos son los que te van a revelar la demanda de las personas.
Buscar la inspiración en la necesidad de los clientes. Un producto o servicio que resuelva de manera eficaz un dilema, se venderá solo. Con un estudio de mercado, te resultará más fácil llevar a cabo esta práctica. Pon a prueba tus cuestionarios de satisfacción, deja que sean los mismos clientes quienes te confiesen sus preocupaciones y te proporcionen sugerencias. Monitorizar los datos de los clientes para comprender mejor sus necesidades.
Es momento de la lluvia de ideas. Como en cada empresa, todos los equipos deben ponerse de acuerdo para idear y diseñar su servicio o producto. Todos los detalles necesarios deben quedar bien cuadrados. En el mundo empresarial no se pueden dejar huecos, todo debe estar pensado. Anticiparse, muchas veces es una manera de acertar. Aunque, experimentar forma parte del proceso.
La comercialización, ya forma parte del trabajo del equipo de marketing. Cómo vender el producto es la última fase de este proceso. Seguir acompañando a tus clientes en esta parte del proceso de compras. Este modelo -como hemos ido indicando anteriormente- está basado en el respeto y la presunción de inocencia. Por lo que, en el momento de dar a conocer tu producto o servicio, tienes que seguir haciéndolo a través de los canales que te permiten una mayor humanización.
Entre estos canales, están las redes sociales, las preferidas por la audiencia. ¿Por qué? Una simple razón, son cercanas y accesibles. A través de las redes sociales, es posible poner rostro a una marca o empresa. Afiliarse con personajes públicos, notorios o influencers que representen los mismos valores que quieres alcanzar es uno de los mejores caminos para que la implementación se produzca de manera orgánica.
La clave del proceso de Human-Centric marketing es que la estrategia sea percibida de manera natural por la audiencia. El exceso de uso de recursos que inciten a la acción social puede ser percibido, como el lavado de cara para querer cambiar una imagen o reinventar una marca personal. Por eso es crucial, antes de iniciar esta estrategia marcar los objetivos claros sobre lo que quieres conseguir como empresa. Con un target marcado y una audiencia fija a la que llegar, lo fundamental es mostrar honestidad. Que tus valores sean plenamente representativos.