Una de las labores más complicadas dentro de una organización son los despidos. Dentro del mundo empresarial, es más común de lo que puede parecer poner fin a la relación laboral entre trabajador y empresa. Aunque normalmente no es un asunto agradable, es importante conocer todos los detalles sobre los tipos de despido en España.
En el ámbito laboral, las empresas pueden llevar a cabo distintos tipos de despidos dependiendo de la razón de este. Cada categoría de despido implica un procedimiento único, por lo que es esencial que los responsables de Recursos Humanos tengan claro las diferencias y las especificidades de cada tipo.
Como su nombre indica, este tipo de despido se fundamenta en razones objetivas que normalmente se originan por motivos de carácter económico, técnico, organizativo o de producción. Esos motivos justifican la acción tomada por la empresa, pero no es una decisión tomada a partir de una falta grave atribuible al trabajador.
El artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores ampara todo lo relacionado con este tipo de despido, y determina que hay varios motivos por los que se puede proceder a un despido objetivo.
El despido objetivo cuenta con algunas características específicas que lo diferencian de otros tipos de despidos. Una de ellas es que la empresa está obligada a ofrecer al trabajador una carta explicativa en la que se detallen las razones del despido. Otra característica de este tipo de despido es que se deben notificar al empleado con al menos 15 días de antelación que deben ser abonados.
Además, al entregar esa carta, también se debe efectuar el pago de la indemnización correspondiente. La indemnización en este tipo de despidos es de 20 días de salario por cada año trabajado, con un tope de 12 mensualidades.
Por último, desde la última reforma laboral en 2019, es necesario justificar el despido de una mujer embarazada o de un trabajador con jornada reducida y responsabilidades de cuidado de menores, si se opta por despedirlos en lugar de otro empleado.
El despido disciplinario es otro de los tipos de terminación laboral. En este caso, el despido resulta de la conducta grave y culpable del empleado. Este tipo de despido se basa en incumplimientos disciplinarios graves y específicos del trabajador que justifican la terminación. Algunas causas por las que se justifica este tipo de despido pueden ser:
A diferencia de otros tipos de despido, el empleado no recibe indemnización en el despido disciplinario, y este puede llevarse a cabo sin previo aviso. Eso sí, el trabajador tiene derecho a finiquito y desempleo.
El despido colectivo, también conocido como ERE (Expediente de Regulación de Empleo), se produce cuando una empresa despide a un número significativo de empleados debido a causas objetivas, que pueden ser de carácter económico, técnico, organizativo o de producción.
Para que se considere un despido colectivo, deben cumplirse ciertos requisitos. Se da un despido colectivo si en un periodo de 90 días la finalización del contrato de trabajo afecta a 10 trabajadores en empresas con menos de 100 empleados, el 10% de la plantilla en organizaciones de entre 100 y 300 empleados, o 30 trabajadores en empresas con más de 300 trabajadores.
Si la empresa realiza despidos fraudulentos en períodos seguidos que superen los 90 días, todos basados en las mismas razones con la única intención de evitar el procedimiento colectivo, se considerarán fraudulentos y se declararán nulos.
Este tipo de despido está regulado por el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores en España, que determina un procedimiento para llevar a cabo el despido colectivo.
Es importante destacar que el despido colectivo se diferencia del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), ya que en el primero se extinguen los contratos de trabajo, mientras que en el segundo se suspenden temporalmente sin necesidad de extinción.
El despido nulo en España es una categoría específica de terminación laboral que ocurre cuando se violan los derechos fundamentales de un trabajador, lo que conlleva la invalidez del despido. Este tipo de despido se declara nulo en situaciones en las que se demuestra que la empresa ha discriminado al empleado vulnerando sus derechos.
Cuando un juez declara un despido como nulo, se desencadenan varias consecuencias importantes. En primer lugar, el empleado debe ser reincorporado inmediatamente a su puesto de trabajo. Además, la empresa está obligada a pagar los salarios de tramitación, que son todos los salarios que el empleado no ha percibido desde el momento del despido hasta la fecha de la sentencia judicial.
Hay que tener en cuenta que la decisión de si se conserva el empleo o no dependerá del trabajador, ya que el entorno laboral podría verse afectado. El trabajador tiene la opción de conservar el empleo o buscar una indemnización, pero la nulidad del despido le brinda una posición más sólida en la negociación.
En resumen, el despido nulo es una protección importante para los trabajadores frente a posibles violaciones de sus derechos fundamentales en el lugar de trabajo.
En definitiva, los despidos en el mundo empresarial son un tema delicado pero que hay que tener muy en cuenta si una empresa quiere funcionar correctamente. Para administrar todo lo relacionado con los despidos es muy beneficioso emplear un software de RRHH como Dayfice para facilitar la gestión del equipo.
Los tipos de despido en España abarcan una variedad de situaciones laborales que los trabajadores y las empresas deben comprender. Si todavía tienes dudas, puedes contactar con los expertos de Occam Agencia Digital para resolver todas tus preguntas.