Hace ya algunos años que las aplicaciones móviles se convirtieron en todo un fenómeno revolucionario. Nos remontamos a los años 90, cuando nacen las primeras apps móviles. Tenían poco que ver con las de hoy en día y sus funciones principales eran las de servir de editor de tono de llamadas, agenda de contactos, etc. Eran aplicaciones muy básicas, pero cubrían funciones importantes para las personas. Las apps siguieron su camino, evolucionaron, y en 1994 ya empezaron a desarrollarse en forma de juegos, como el legendario Snake. Aquella serpiente digital dejó la huella del origen de las aplicaciones móviles en nuestras vidas.
Hoy no solo queremos hacer un breve repaso por las apps móviles, sino contarte cuáles son los pasos que debes dar si estás pensando en desarrollar una app para tu empresa web. ¿Estás preparado para sumergirte con nosotros en este viaje? Empezamos.
Llegado un momento, algunas empresas sienten la necesidad de crear una aplicación web interna. Imagina que es tu caso y que hasta ahora gestionas toda la contabilidad de la compañía en un documento Excel. Al tratarse de un sitio local, creado y utilizado como parte de la instancia del proceso de negocio, no pueden acceder todos los usuarios al mismo tiempo, lo que repercute en la agilidad del negocio y hacer perder más tiempo. Se pisan, se pierden datos y la información se convierte en un auténtico caos.
Por tanto, nos hacemos el siguiente planteamiento: ¿Qué puedes hacer para resolver este problema?
En principio, la contabilidad no es una cosa cualquiera, ya que se trata de un proceso significativo y esencial para conocer el estado patrimonial de la organización, estar al tanto de la situación económico-financiera y manejarla correctamente. Por eso, es importante mantener el orden y el control de los datos. Sin estos estándares, se pierde el control de la empresa.
La solución a este problema puede venir de la mano de una aplicación web que sea capaz de trasladar todos estos datos. Los problemas de acceso, orden y control de la contabilidad desaparecen.
Antes de lanzarnos al desarrollo de nuestra aplicación, debemos de tener muy claro cuál es el camino a seguir:
Ahora que ya conoces los pasos que debes tener en mente antes de lanzarte de lleno al desarrollo de tu aplicación, veamos qué debes hacer ahora.
BRIEFING. Comienzan las reuniones con el cliente para saber qué espera de la aplicación y comprender las claves del proyecto, desde el objetivo y el presupuesto disponible, hasta las personas a las que se dirige y los dispositivos. Todos estos esfuerzos deben unirse para conseguir buenos resultados.
PLANNING. No existe proyecto sin planificación. Deben asentarse todas las bases del trabajo y el equipo debe reunirse para saber qué camino se va a seguir, cómo se va a realizar, aportar ideas enfocadas en el objetivo final, etc.
DISEÑO. Cuando el cliente o la empresa prueba el diseño final, llega el momento idóneo para empezar a crear los elementos multimedia, hacer tests de usabilidad y todo lo necesario para tener la aplicación a punto (gráficos, prototipos, etc.).
DESARROLLO. Ahora, toca implementar todas las funcionalidades necesarias para que el proyecto funcione, así que vamos a pensar en el rendimiento de la página, las bases de datos, la seguridad, el cumplimiento de los estándares de accesibilidad web, etc.
LANZAMIENTO. Es el momento más esperado, la publicación definitiva del proyecto en el servidor de la compañía. Debe aprender a utilizar el software, y el equipo encarado de desarrollar la app es el responsable de seguir su funcionamiento con analíticas web capaces de mostrar la conversión, las compras, etc.
MANTENIMIENTO. Las actualizaciones y las mejoras continuas forman parte del proceso para que la aplicación pueda ir adaptándose a las necesidades del momento, de manera que debe contar con un soporte técnico capaz de solucionar cualquier problema.
Gracias a este proceso de desarrollo de aplicaciones móviles, muchas empresas están resolviendo gran parte de sus problemas organizativos y mejorando su experiencia. ¿Estás preparado para iniciar tu proyecto? Cuéntanoslo sin compromiso.