El metaverso hace referencia a un universo paralelo donde se fusionan la realidad humana, la aumentada y la virtual. Está compuesto por múltiples espacios virtuales tridimensionales y puede no solo referirse a los mundos virtuales, sino a las experiencias multidimensionales de uso y de aplicación de internet en todo su conjunto. Su nombre proviene de meta, que significa más allá, y universo, que es el conjunto de elementos que conforman la realidad. Asimismo, el término apareció por primera vez en una novela de ciencia ficción escrita por el autor estadounidense Neal Stephenson, publicada en 1992: Snow Crash.
Es importante tener en cuenta los tres aspectos clave del metaverso: la presencia, la interoperabilidad y la estandarización: la presencia es la sensación de estar realmente en un espacio virtual; la interoperabilidad significa poder viajar sin problemas entre espacios virtuales con los mismos activos virtuales, como avatares y elementos digitales; y la estandarización, que es la característica que permite la interoperabilidad de plataformas y servicios en todo el metaverso.
Con el metaverso se supone que las posibilidades son prácticamente infinitas. Se puede desde organizar una reunión de trabajo como si estuviéramos en la oficina, aumentar la eficacia del inbound marketing, hasta visitar a un familiar que vive en el extranjero.
Hasta ahora, los límites de la web se quedaban en la pantalla del móvil o del ordenador, pero la pretensión es que, sin tardar mucho, se traspasen y nos adentremos en un internet en 3D.
Aunque son muchas las posibilidades que tiene un metaverso obviamente no todo son ventajas:
El metaverso, cómo ya hemos dicho, pretende unir el mundo real y el virtual permitiéndonos crear nuestra propia identidad y unirnos en chats, videollamadas, videojuegos e incluso conciertos con nuestros amigos y familiares. Por ello, la compañía de Mark Zuckerberg se quiere centrar ahora en hacer esa idea realidad, y por lo tanto, para conseguir esto, tenía sentido cambiar el nombre para reflejar mejor sus objetivos.
Para la próxima década, Zuckerberg espera que el metaverso alcance los 1.000 millones de usuarios, genere miles de millones de dólares y ayude en el trabajo de los millones de creadores que ya trabajan en internet.
El metaverso, aunque no en su máximo desarrollo como se pretende conseguir, ya está presente en varias novelas, películas, series, videojuegos y en la ficción.
El metaverso cada vez está más cerca de formar parte de nuestras vidas, aunque tal y cómo lo plantean compañías como Facebook todavía queda bastante tiempo para que sea una realidad. De momento seguiremos disfrutando de la realidad virtual y de las posibilidades que ya tenemos.