Las primeras webs surgieron en el año 1992. Se trataban de páginas estáticas, y que sólo podían ser accesibles para ser modificadas a través de código html. En estas webs primaban los colores, las imágenes. Se pretendía que fueran vistosas, pero no se preocupaban por la usabilidad y la accesibilidad.
Si tu empresa todavía no tiene presencia en la red, un escaparate online en el que presentar sus productos y servicios, o simplemente llevas demasiado tiempo sin renovar tu imagen, quizás haya llegado el momento de crear tu página web.
Se conoce como página web al documento que forma parte de un sitio web y que suele contar con enlaces (también conocidos como hipervínculos o links) para facilitar la navegación entre los contenidos.
Las páginas web están desarrolladas con lenguajes de marcado como el HTML, que pueden ser interpretados por los navegadores. De esta forma, las páginas pueden presentar información en distintos formatos (texto, imágenes, sonidos, videos, animaciones), estar asociadas a datos de estilo o contar con aplicaciones interactivas.
Entre las múltiples características que tiene una página web y que sirven para identificarla se encuentran las siguientes: cuenta con información textual y también con material de tipo audiovisual, está dotada de un diseño atractivo, está optimizada y ejerce como la tarjeta de presentación de una empresa, una persona o un profesional concreto.
Teniendo esto en mente, voy a contarte los tipos de web más comunes que te puedes encontrar navegando por Internet:
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Cuando hablamos de la estructura de una página web, conocida como estructura web, tenemos que diferenciar estas tres partes:
Estos elementos muchas veces difieren en función de la plantilla de WordPress que utilices, pero son los más comunes.
Es importante que cuando creas tu página web fijes la cabecera. ¿Qué quiere decir esto? Pues a medida que un usuario hace scroll en alguna de las páginas, la cabecera se mantiene fija y tu marca y los accesos más importantes de tu página, como el menú, están siempre accesibles mientras navegan por tu sitio.
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Las partes en las que se puede dividir una página web para hacerla óptima a la hora de navegar en ella son:
Inicio o home
Si hablamos de las partes de una web, la página principal, de inicio o la home es la más importante de todas. En ella se incluye la información más importante de tu empresa, ya que es en la que tienes que proyectar tu marca y mostrar a tus visitas a qué te dedicas.
En la página de inicio sueles encontrar:
Contacto
El teléfono, la dirección y los horarios son tres elementos básicos que deben estar sí o sí en todas las páginas de contacto y, como no, también en la cabecera y en el footer. Pero, además de ello es muy recomendable incluir los siguientes elementos:
Productos y servicios
Cuando creas el contenido de una web, lo ideal es que la información más detallada de los productos que vendes o los servicios que ofreces la incluyas en una página específica.
En esta parte de la página web debes incluir todo lo relacionado con tus productos o servicios: ventajas de tus productos, principales características, a quién están dirigidos, el precio, gastos de envío… Por supuesto, no te olvides de la importancia de una buena llamada a la acción en esta parte de tu web.
Blog
Cuando hablamos de distribución de contenido y partes de una página web, podemos decir que la página del blog es indiscutiblemente una de las más importantes de tu sitio.
Crear un blog puede hacer que tu negocio despegue de una vez por todas. Es indispensable para tu estrategia de contenidos y una pieza clave si quieres mejorar tu posicionamiento orgánico en Google y ganar visitas a tu sitio web.
Los elementos web más comunes que encontrarás en casi cualquier blog son:
Política de privacidad
Seguramente que es una de las páginas menos vistas de una web, pero uno de los requisitos básicos es proporcionar a tus usuarios toda la información relacionada con el procesamiento de los datos que se recopilan a través de tu sitio web.
Esta parte de tu web no tiene que ir en el menú principal, pero la tienes que incluir sí o sí. Normalmente se incluye en el pie de página o footer, así como en los avisos de cookies o cuando incluyes algún formulario de registro o suscripción.
La estructura es un elemento dinámico, no tenemos por qué seguir siempre la misma. Cuanto más diferente sea, más creativa será. Aunque hay ciertos límites. Cuanto más cambiemos el orden de estos elementos, más compleja se volverá la navegación y la comprensión de esta página, lo que reducirá irremediablemente el número de usuarios capaces de navegar por esa página. Esto no significa que siempre tengamos que hacer todas las estructuras iguales, solo que debemos tener en cuenta nuestro público objetivo antes de diseñar la página.