Para abordar este contenido, nos vamos a trasladar al origen de las aplicaciones móviles. Estarás cansado de escuchar hablar de ellas y leer por todas partes el concepto de ‘app móvil’, que llega directamente de la voz inglesa application. Se trata de aplicaciones de software pensadas para dispositivos móviles y tabletas.
Aunque hay quien remonta su origen a los primeros móviles de los años 90, parece que el término app comenzó a utilizarse varios años después, en 2008. Coincide con el lanzamiento de App Store (Apple) y con Android Market, más conocido como Google Play. Este fue el momento en que las app empezaron a popularizarse, sobre todo para los dispositivos móviles.
Es difícil describir un camino tan complejo, pero vamos a intentarlo a lo largo de este post. ¿Vienes con nosotros?
Corría el año 1998 cuando Nokia, la compañía sueca de telecomunicaciones, incorporó una pequeña aplicación a sus teléfonos móviles para que los usuarios pudieran entretenerse en tiempos de aburrimiento, en el autobús, en el trayecto en metro, o en cualquier otro lugar. ¿Recuerdas la famosa Serpiente? Veinte años más tarde, el mundo de las aplicaciones móviles ya no es el que era.
Podríamos afirmar que el boom de estas apps se produce a diario, ya que el mercado ha vivido un boom durante los últimos años. Solo en España se descargan diariamente alrededor de 4 millones, según el Informe Mobile 2018 Privalia. El mismo portal también afirma que “un tercio de los españoles dedica un día a la semana a navegar por apps móviles”, y “solo el 14% mantiene instaladas todas las apps que descarga”. Estas cifras no dejan indiferente a nadie, y es que, en la actualidad, nuestro país mantiene unos 22 millones de usuarios activos en las apps.
Con la llegada del nuevo milenio, comenzaron a crearse los primeros smartphones, cada vez más potentes. En 2007, Steve Jobs presentó lo que sería la gran joya de la corona, el iPhone. El mundo de las aplicaciones móviles comenzó a cambiar por completo, y en 2008 llegaría la App Store, ideal para crear aplicaciones y ser comercializadas a través de esta. Y aunque en un principio comenzó con 500 aplicaciones, hoy ya cuenta con más de 2 millones.
Google, pronto empezaría a trabajar para lanzar al mercado el Android Market, ofreciendo muchísimas posibilidades a los usuarios y alcanzando el billón de descargas dos años más tarde. La App Store lo logró en 2009, y, desde entonces, estas cifras no han parado de crecer.
¿Cuántas apps móviles tienes en tu teléfono?
Este fenómeno fue trasladándose poco a poco a las empresas, quienes vieron en estas plataformas una oportunidad de oro para llegar a sus clientes y usuarios. La irrupción de las apps ha calado en el mundo del eCommerce, uno de los sectores que más se ha visto beneficiado con esta tendencia. Los usuarios pueden hacer compras online a través de las aplicaciones para empresas, y estas siguen trabajando en el desarrollo de software para adaptarse a los nuevos cambios, sobre todo en los hábitos de compra de los clientes. Las aplicaciones son un arma potencial.
Los negocios necesitan las aplicaciones tanto desde el punto de vista interno, con los llamados ERP, como externo, con aplicaciones corporativas. En el primero, las aplicaciones abarcan distintas áreas funcionales y son decisivas para ejecutar procesos de negocios, ser más flexibles y productivas. En el segundo, las marcas pueden ganar visibilidad, estar disponibles 24x7 días a la semana y mejorar la comunicación con el cliente.
El crecimiento de las aplicaciones ha sido tan alto, que su desarrollo se ha convertido en una de las profesiones más valoradas hoy en día. Y es que estos sistemas aportan a las empresas una serie de ventajas significativas para su actividad:
Estas son solo algunas de las razones por las que las empresas se vuelcan cada vez más en el desarrollo de aplicaciones para su negocio. Sin duda, están ayudándoles a crecer gracias a la adopción de su tecnología, ya que no solo son una vía para facilitar al usuario el encuentro de las empresas, sino una ventaja para que estas puedan darse a conocer y aumentar sus ventas.
Hoy en día, prácticamente nadie considera que un teléfono móvil es de calidad si no dispone de un sistema operativo. La decisión de compra de Android o iOS viene marcada por las aplicaciones que incluye o las que puede descargar. Precio, calidad y otros factores intervienen en esta decisión.
En definitiva, podemos afirmar que las apps móviles son una parte fundamental de los sistemas operativos y que su desarrollo es cada vez más demandado por las empresas.
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