Cuando creíamos que en el marketing ya estaba todo inventado llegan y nos sorprenden con algo aparentemente nuevo: el Inbound Marketing.
Aunque parezca una innovación, la base del Inbound Marketing se remonta a los años 50 y 60. Pero han sido Brian Halligan, Dharmesh Shah y David Meerman Scott quienes lo han desarrollado y dado forma estos últimos años.
Como ya hemos dicho en otros posts, los comportamientos de los usuarios han cambiado, ya no reaccionan de igual manera cuando ven un anuncio. Como receptores ya no somos pasivos. Hoy en día la mayoría de los receptores de mensajes publicitarios cambian de canal cuando ven anuncios; deshabilitan su suscripción de correos; menos del 50% del correo que les llega ni lo abren; y ahora hay más de 200 millones de personas que se han apuntado a una lista para que nadie les vuelva a llamar ofertando servicios o productos.
Tenemos que aportar al cliente algo que le encante, que necesite.
Peter Drucker, filósofo experto en la gestión de las organizaciones y la sociedad del conocimiento, decía que el marketing tiene como objetivo conocer y comprender tan bien al consumidor que el producto se ajuste a sus necesidades. Por otra parte, Seth Godin, informático, filósofo, escritor y experto en marketing, sintetiza eso, lo que denominó Permission Marketing, un proceso de venta, el cual consistía en dejar de atacar al cliente, en no ser agresivo y dejar al cliente avanzar paso a paso. Aquí es donde entra el Inbound Marketing, que se trata de un acercamiento al marketing, holístico y guiado por datos objetivos, que atrae a las personas a tu marca y los convierte en clientes prescriptores.
¿Pero por qué es el Inbound Marketing diferente? El Inbound Marketing emplea como herramienta principal el SEO. Es decir, mecanismo de posicionamiento web, los blogs y su contenido, busca ser atractivo y se centra en las necesidades y “sentimientos” del cliente. El Inbound Marketing no ataca al cliente, sino que busca persuadir y fidelizar poco a poco. Por lo tanto los tres pilares del Inbound son: el SEO, el marketing de contenidos y el social media marketing.
Los clientes pasan de ser extraños, ajenos a tu marca, a convertirse en los mejores promotores del mismo.
Las cuatro acciones básicas del marketing son:
Es esencial conseguir generar tráfico, conseguir que esos leads o personas que buscan nuestro contenido se conviertan en clientes y por último, analizar el proceso para mantenerlos activos y contentos. Por tanto tenemos que ser una empresa proactiva. Para ello, es importante el contenido: tener un blog, fotos, infografías…
Pero lo más importante es el contexto, es decir, publicar el contenido adecuado en el lugar adecuado y en el momento adecuado para que las acciones de marketing sean relevantes y sobre todo sirvan de ayuda a tus clientes.
Para que todo esto funcione, nuestra empresa tiene que esforzarse por entender los cambios que se producen en los consumidores y adaptarlos a estos. El éxito de las empresas está en la capacidad de realizar acciones personalizadas a la experiencia de los usuarios y consumidores, acciones en las cuales Occam Agencia Digital te puede guiar y ayudar.