Diferencias en email marketing entre “Hard Bounce” y “Soft Bounce”
Índice
En primer lugar, para entender la diferencia entre “Hard Bounce” y “Soft Sounce”, debes conocer qué es exactamente el email marketing. Ya que además es una de las técnicas de marketing más eficaces para conseguir leads.
¿Qué es el email marketing?
También conocido como emailing o e-mailing el email marketing es una técnica que consiste en el envío masivo de correos electrónicos a un listado de contactos. Es fiable y eficaz, por eso sigue a la orden del día.
Algunos ejemplos de email marketing son:
- Emails de captación. Como su nombre indica, sirven para captar y atraer a nuevo clientes hacia nuestra marca.
- Newsletter o boletines informativos. Sirven para mantener el contacto del usuario con la marca y comunicarle información o novedades.
- Emails administrativos. Por ejemplo, para enviar al usuario un contenido descargable o para darle las gracias por suscribirse.
- Emails de fidelización. Se utilizan para generar compras repetidas.
Pero ¿qué pasa si la técnica de emailing no funciona? ¿O si nuestros correos no llegan a los destinatarios? ¿O tardan en llegar más de lo normal? Aquí es cuando entran en juego los términos “Hard Bounce” y “Soft Bounce”.
¿Cuál es la principal diferencia entre “Hard Bounce” y “Soft Bounce”?
Un “Hard Bounce” o, en español, rebote duro se produce cuando un ISP (Internet Service Provider) no entrega un correo electrónico a un destinatario por que la dirección de email no es válida. Por lo tanto, este problema será permanente. En cambio, un “Soft Bounce” o, en español, rebote blando, se produce cuando un email no se entrega al destinatario por un problema temporal. Es decir, la principal diferencia entre estos dos términos es la temporalidad, ya que el rebote blando se solventará, mientras el rebote duro no.
Motivos por los que se puede producir un “Soft Bounce”
Existen diversas causas por las que el email puede no ser entregado al destinatario de manera temporal, es decir, que se produzca un “Soft bounce”. Entre las más comunes, encontramos las siguientes:
- La bandeja de entrada del destinatario se encuentra llena y, por lo tanto, no puede entrar en ella tu correo.
- El tamaño del email excede el que la bandeja de entrada del destinatario permite.
- El servidor no se encuentra disponible en el momento del envío por motivos ajenos.
- El servidor ha tenido algún problema en la entrega, pero lo continuará intentando.
- Problemas con las DNS del servidor.
Motivos por los que se puede producir un “Hard Bounce”
El rebote duro es la entrega fallida que más debe preocupar a tu empresa, y, por supuesto, a ti. Ya que el correo nunca llegará a su destino. Pero ¿qué dos grandes motivos hay?
- La dirección de correo no existe o es inválida. Puede que la hayas escrito mal o que sea falsa, entre otras razones.
- La dirección está bloqueada o te ha bloqueado. Esta razón se convierte en un gran problema porque averiguar el motivo del bloqueo no es tarea fácil. Quizás te haya bloqueado por exceso de email marketing, quizás porque ya no le interesa tu empresa o quizás haya sido sin querer. El caso es intentar analizar el motivo desde dentro para poder mejorar y evitar que nos suceda lo mismo con otros contactos.
Importancia de la tasa de rebote en email marketing
La tasa de rebote es el perfecto indicador para avisarnos si existe un problema con la recepción de los correos. Igualmente, nos ayuda a determinar la efectividad de una campaña determinada de inbound marketing, de email marketing, y a prevenir problemas de Soft bounce y Hard bounce.
Una alta tasa de rebotes puede significar que al destinatario no le gusta lo que recibe y ha decidido filtrar los correos de la marca. Esta tasa debe situarse aproximadamente por debajo del 2%, pero si está por encima no te preocupes, hoy te damos una serie de consejos para conseguir reducir tu tasa de rebote.
Cómo reducir la tasa de rebote
- Frecuencia de mensajes. Establecer una buena frecuencia de mensajes evita que se produzcan “Soft Bounce” y “Hard Bounce”. Eso sí, no es nada recomendable enviar varias campañas seguidas o incluso en el mismo día.
- Baja de suscripción. Es importante que incorpores en tus correos la posibilidad de hacer clic en la opción de darse de baja de la suscripción. De esta manera, los suscriptores tendrán más libertad para actuar, sin tener que dar explicaciones. Y precisamente esa libertad para poder dejar de recibir emails hace que no tengan que bloquear a la marca.
- Lista de contactos. Mantener limpia la lista de contactos también es una de las recomendaciones más importantes. Controlar las campañas de email marketing implica repasar los resultados. En el caso de tener rebotes duros se recomienda eliminar directamente dichos contactos.
- Nombre de usuario reconocible. Es fundamental que cuando nuestro contacto reciba el email reconozca a la empresa. Las marcas que se identifican correctamente y que además siempre usan el mismo emisor reducen la tasa de rebote casi al 100%.
- Extensión del email. Los correos largos causan rechazo y los repetitivos igual. Por ello, debes ser concreto, breve, conciso y original a la hora de enviar una newsletter o un email.
En conclusión, el email marketing es una técnica fabulosa que hay que mantener y cuidar para que sea efectiva. Para ello, es fundamental evitar que se den los términos “Soft Bounce” y “Hard Bounce”, sobre todo, cómo ya te hemos explicado, el rebote duro; y, además, conseguir una tasa de rebote menor al 2%. Siguiendo los cinco consejos que te hemos dado para ello seguro que te resulta mucho más fácil que tu empresa prospere y consiga sus objetivos.