¿DeFi, finanzas o inversión descentralizada?
Existen múltiples formas de denominar el desarrollo de plataformas de inversión descentralizadas, protagonizadas en los últimos años por Ethereum, Bitcoin y otras redes. Son muchos los conceptos relacionados con el proceso de creación de una plataforma de inversión descentralizada, desde los tokens hasta la tecnología blockchain, pero no te preocupes, en este post vamos a contarte en qué consiste cada uno de ellos.
Si eres de los que piensan que DeFi tiene su origen en el nacimiento de las criptomonedas, estás en lo cierto, pero la idea ha ido mucho más allá.
¿Qué son las plataformas de inversión descentralizadas, cómo se desarrollan y cuál ha sido su evolución? Quédate, porque hemos venido a contártelo.
Tecnología blockchain (cadena de bloques): es una base de datos distribuida y formada por una serie de bloques que impiden la modificación de la información contenida en el mismo una vez publicado. Esto es posible gracias a las redes peer-to-peer (P2P). La blockchain puede ser privada (limitada a nodos) o pública (no hay restricciones para leer los datos).
Smart contract (contrato inteligente): es un acuerdo programable y autoejecutable que permite realizar transacciones de valor con unas condiciones especiales. Por ejemplo: un usuario puede programar un contrato con el fin de enviar 20 euros en el momento en que esa criptomoneda llegue a un precio concreto, o cuando se cumpla un periodo de tiempo exacto.
Token: es un activo digital o unidad de valor alojada en una blockchain y que permite al propietario atribuirlo a un tercero a través de la cadena. Su valor puede contener varias capas
Ethereum: es una plataforma descentralizada, open source, que permite crear contratos inteligentes. Utiliza el token Ether, con el que se pueden ejecutar estos contratos.
Criptomoneda: es una moneda virtual o medio digital de intercambio utilizado en cadenas de bloques públicas. Ejemplos: Ether o Bitcoin.
De una manera técnica, este concepto nace de la tecnología blockchain (cadena de bloques) con el fin de eliminar intermediarios y permitir que las personas puedan controlar sus finanzas directamente con protocolos construidos a partir de smart contracts (contratos inteligentes).
Supongamos que ya dispones de un monedero digital con Bitcoins y vas a realizar una transacción sencilla con esta moneda a otro usuario de la red. Ambos disponéis ya del software correspondiente para acceder a la blockchain de Bitcoin, así como de las claves que servirán para firmar y desencriptar los mensajes enviados. El funcionamiento del sistema es el siguiente:
Este es el funcionamiento básico de una transacción de dinero con criptomonedas a través de la tecnología blockchain, pero las aplicaciones de la cadena de bloques han ido mucho más allá.
Es cierto que, originalmente, el ecosistema blockchain fue creado como medio de pago, como sucede en el caso de Bitcoin, pero los activos virtuales han evolucionado hasta convertirse en un valor de cambio en distintos escenarios. Por ejemplo: la inversión descentralizada a través de Ethereum.
Su principal diferencia con las redes de medios de pago es que permite realizar transacciones más allá del pago gracias a la presencia de los smart contracts o contratos inteligentes.
El desarrollo de plataformas de inversión descentralizada ofrece la oportunidad de crear un token o activo digital que otorga derecho a la obtención de diferentes beneficios. Es lo que conocemos como tokenización o división de un activo en diferentes partes. En el caso de una propiedad, como puede ser un edificio, el activo no puede dividirse, por lo que se crea un token representativo del mismo.
Como consecuencia, se logra que algo con mucho valor pueda ser repartido entre muchas personas y tenga más liquidez en el mercado.
Siguiendo el ejemplo de tokenizar un edificio para conseguir inversores y obtener rentabilidad, necesitas una plataforma que gestione el inmueble y permita a los inversores hacer sus aportaciones, así como un agente EAF que firme las emisiones de los tokens del inmueble. Esta plataforma podría ser centralizada o descentralizada.
Si es centralizada, los usuarios depositarán el dinero para comprar los tokens, como ocurre en la mayoría de los exchanges. Y para ello, vas a necesitar que una entidad de dinero virtual te proporcione una cuenta escrow, lo que implica un mayor coste y riesgo de seguridad, al disponer de todos tus activos.
Si es descentralizada, la usabilidad se reduce, pero los costes son mucho menores y los activos están en los monederos electrónicos de cada usuario, por lo que es mucho más seguro. Las compras en plataformas de inversión descentralizadas se realizan con criptomonedas desde su wallet o desde la plataforma integrada.
Pese a sus diferencias, ambas plataformas funcionan sobre un mismo telón de fondo: los inversores deben hacer un KYC (identificar al inversor para cumplir con la ley de blanqueo de capitales) y un test de idoneidad (comprobar que la persona sabe lo que hace) antes de comprar.
Hemos recopilado algunos requisitos clave a tener en cuenta en el proceso:
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