En múltiples ocasiones el éxito de las empresas se debe gracias a seguir unos objetivos marcados. Una empresa siempre se funda por un motivo, una misión. Puede empezar con un propósito, puramente altruista o minoritario, con la buena fortuna que acabe convirtiéndose en una ayuda para muchas personas. El propósito de muchos empresarios es paliar un problema al que no encuentran una solución existente.
¿Cómo identificar el propósito de tu empresa?
Por lo general, no todas las empresas tienen claro sus objetivos, la mayoría de las organizaciones no tienen claro el punto de la misión de la empresa. Desde la perspectiva interna de las empresas, se produce el fallo en el que sus empleados no conocen los motivos de la organización en la que trabajan. Simon Sinek ha intentado investigar sobre los motivos de este fenómeno, creando un marco útil que ha denominado círculo dorado:
La mayoría de las empresas empiezan a construirse de fuera hacia adentro. Empezar la casa por el tejado, es un absurdo -cuando hablamos en términos empresariales- al igual que, no podemos plantear una idea de negocio del qué al porqué. Uno de los motivos que explican el fallo de muchas empresas que empiezan por el qué, es la falta de concreción en el porqué, es mucho más fácil y menos abstracto concluir en el qué, en el producto; servicio; o sector en el que quieres fundar una empresa. Sin embargo, si definimos bien el porqué, es decir, el motivo por el que creamos una empresa o proyecto, podemos aspirar a crecer más y mejor. Si el propósito de la empresa está bien definido, el qué y cómo surgirán de manera natural.
Es un error pensar que las ganancias y el crecimiento son nuestro principal objetivo. Está claro que el éxito puede ser una motivación suficientemente satisfactoria como para incluirla en los objetivos de la empresa. Pero no sólo del dinero puede sostenerse una empresa. Esta rentabilidad pertenece a la pregunta de cómo nos diferenciamos o desarrollamos como negocio.
La misión de los empresarios debe ser representar o reflejar unas ideas futuras sobre las expectativas de su empresa. Sinek, critica a los empresarios incapaces de explicar el por qué existe su organización, más allá de sus productos o servicios. Identificar el porqué puede tener un impacto en la manera de trabajar de los empleados y del rendimiento de una empresa.
Si una empresa no tiene un único propósito definido, es normal que se produzcan múltiples objetivos en cada uno de los equipos que componen la empresa. Si estos no trabajan de manera alienada, motivados por un propósito común, por mucho que los objetivos estén incluidos en las características SMART, se convierten en obstáculos para el trabajo conjunto. Todos los equipos de la empresa, marketing, ventas y servicios tienen que compartir la misma idea del propósito de la organización y tener una estrategia unificada para alcanzar los objetivos. Incluso los empleados administrativos, el equipo contable y financiero puede ofrecer una experiencia con los clientes clave y simbólica en la relación con los clientes.
Un punto por el que se puede empezar a mejorar los propósitos de la empresa, es definir la cultura de la empresa. La cultura de una empresa es el entorno que define y regula cómo representan los empleados a los clientes. Es parte del producto y servicio que ofrece una empresa y la promesa con la que te comprometes con tus clientes. Durante la estrategia de Inbound marketing, tratamos de humanizar la empresa, a base de desarrollar empatía y amabilidad con los clientes. Con ello, la experiencia que viven los clientes cerca de la empresa se convierte en una prioridad y objetivo claro.
Se puede encontrar el porqué, escuchando a los clientes. Los clientes y fieles consumidores de tu empresa pueden proporcionar una alternativa relacionada con los motivos por los que son fieles a esa compañía. Orientar los objetivos de la empresa a lo que esperan los clientes de ese negocio, pueden beneficiar a la empresa con un gran crecimiento. Iniciar un diálogo entre los consumidores y la empresa sobre su opinión, puede abrir un espacio abierto a críticas que enriquece la relación y la experiencia de los clientes. Sienten que son un valor para tu empresa.
Además, con el diálogo tienes la capacidad de abrir un espacio a críticas y sugerencias. Si tus clientes piden que mejore algún punto específico sobre tu empresa, está bien tenerlo en cuenta.
Tu empresa debe reforzar su marca personal. El propósito está unido a la imagen corporativa de la empresa. ¿Cómo se percibe tu empresa desde una perspectiva externa? No podemos olvidar este campo, la opinión de los demás, las críticas y los comentarios son cruciales para la imagen que perciben de nuestra marca personal. Como profesionales, debemos cuidar esa imagen y potenciarla. Una estrategia para optimizar y monitorizar la imagen corporativa, es hacer un buen uso de las redes sociales. Sigue leyendo nuestro artículo sobre la marca personal.
Otro objetivo conciso es conseguir que una empresa trate de solucionar los problemas del tipo de cliente a los que quieres ayudar. Definir el perfil de tus buyer personas puede suponer una posibilidad para crear un objetivo. Saber a qué tipo de público te estás dirigiendo y lo que esperan ellos de tu empresa, te ayuda a comprender mejor los motivos por los que tus clientes se fidelizan con tu negocio.
En definitiva, la respuesta al éxito está en definir los propósitos de tu empresa. Al tenerlos en cuenta y seguir los valores por los que se fundó la marca, consigues demostrar veracidad y credibilidad a tus clientes existentes y futuros leads. La constancia sirve de ejemplo sobre cómo funciona tu empresa de manera interna.
