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¡Luces, cámara y acción! Lo que construye la marca no es el mensaje, es la experiencia que se vive con ella, y qué mejor forma de sumergir al usuario que a través del formato que está revolucionando el posicionamiento de las marcas en internet. Vídeo-vídeo y más vídeo.
Para crear piezas audiovisuales que sean atractivas y triunfar en redes sociales, blogs y sitios web de marcas se recomiendan vídeos cortos. Suena fácil, pero ¿por dónde empezamos?
En este post, aprenderás paso a paso cómo hacer vídeos corporativos (u otro tipo) para tu empresa.
¿Por qué hacer un vídeo en mi empresa? Motivos que te convencerán
Todos tenemos algo que contar —tú no ibas a ser menos. Posicionamiento, visibilidad, atracción, ventas, retención del mensaje, poder de conversión… Esto se hace con técnicas de marketing, entre ellas vídeo, con una metodología bien pensada. Cuidado, no vale con una pieza cualquiera, has de tener muy claro qué quieres conseguir:
- Vídeo corporativo. Si lo que estás pensando es en presentar sencillo y cercano tus valores de marca, instalaciones, productos, procesos y experiencias, no dudarás en sacarle todo el partido a este formato.
- Motion Graphics (2D y 3D). Animación en movimiento para explicar conceptos complejos de manera sencilla. Combina perfectamente fotografía, texto, audio, diseño gráfico y vídeo.
- GIF animado. Si te va el rollo divertido, transmitir información visual en pocos segundos, ser creativo y captar la atención rápidamente, lo usarás en tu estrategia digital.
- Tutoriales y píldoras formativas. ¿Necesitas una explicación rápida? ¿Crear manuales, vídeos FAQs, How,to’s y guías de aprendizaje de forma atractiva y creativa? Hazlo con vídeos únicos mientras cuentas en modo natural los pasos de tu proyecto, aplicación y mucho más.
- Vídeo testimonial. Las opiniones cuentan, y este es un recurso perfecto para contar experiencias, historias, opiniones de clientes o empleados. Las entrevistas son la base de este formato.
- Eventos. Comunica en vídeo la inauguración del negocio, una reunión con tus proveedores, un encuentro con tus usuarios, un flashmob, una acción promocional… Inmortaliza tus mejores eventos con producción audiovisual.
- Vídeo 360 º. Sumerge a los usuarios en una experiencia inolvidable, con nuevos puntos de vista y con secuencias VR. Llámalo inmersivo, esférico o con una panorámica diferente. Sigue siendo vídeo y es maravilloso para hacer tours virtuales.
El vídeo es potente, impactante y tiene punch emocional. Despierta sentimientos y emociones que ni siquiera conocías. Lo querrás contigo por varias razones:
- Es la mejor forma de mostrar al público la cara visible de tu marca.
- Te posicionará en Google (quien tiene muy en cuenta el contenido visual).
- Conoce la fórmula mágica de la conversión (9 de cada 10 usuario ven detenidamente los vídeos de las marcas que siguen en redes sociales).
- Optimiza el tiempo, un minuto de reproducción equivale a escribir casi 2 millones de palabras.
- Aumenta la visibilidad de tu marca.
- Los usuarios recuerdan más del 50% de la información que ven en vídeo.
¿Te atreves a experimentar todas las soluciones de vídeo profesionales?
Ahora sí… ¿Cómo crear un vídeo para mi empresa?
Sea que vas a crearlo tú —porque cuentas con el material necesario—, o simplemente quieres conocer las fases de la producción audiovisual, aunque la pongas en manos de profesionales expertos, te presentamos 1, 2, 3 pasos vitales:
- PREPRODUCCIÓN. Donde nace la idea.
Antes de lanzarte a la producción del vídeo, necesitas una historia que se pueda contar y compartir. Algo que te preocupa, te gusta o te importa. Si tienes esa necesidad, vas por el buen camino, porque el vídeo te dará la oportunidad de quitarte esa espinita y empezar a plasmarla en el guion:
- Literario, describe todo aquello que se escuchará en la pieza e involucra acciones de personales, diálogo, breves descripciones, etc.
- Técnico, por lo general, lo elabora la directora o el realizador después de analizar el guion literario. En esta fase se detallan las secuencias, los planos, las indicaciones técnicas precisas (posición de cámara, decoración, sonido, iluminación, story board, play back, encuadre…).
Es el momento de definir todos los medios que necesitas en tu vídeo, desde los técnicos (cámaras, trípodes, cintas, baterías, micrófonos…), hasta los artísticos (mobiliario, vestuario, atrezo) y los humanos (personal técnico y artístico).
Para la fase de preproducción es fundamental contar con un buen briefing y preparar todo aquello que será necesario para iniciar el rodaje. Cuanto más planificado, mejor.
- RODAJE. Y el poder de adaptarse a los imprevistos.
Hasta ahora, hemos planificado al detalle todo lo que vamos a contar y cómo lo vamos a hacer en nuestro vídeo, con el fin de evitar errores o sorpresas. Y para ello, es recomendable elaborar una orden de rodaje diaria donde recopilar todo lo necesario para grabar ese día, así como el script o encargado de supervisión.
Pasamos a la etapa de producción, rodaje o grabación. Si es una producción de ficción, todo debe estar mucho más medido y controlado. En esta fase debemos de tener muy presente:
- El encuadre. La composición de las escenas dentro del encuadre depende del punto de vista desde donde pongamos nuestra cámara, el objetivo y el plano que tomemos.
- La luz. A través de ella crearemos el ambiente más favorable para nuestra pieza audiovisual… Sombras, iluminación, luces cálidas o frías… Todo suma o todo resta.
- El sonido. Es fundamental comprobar el funcionamiento de los micrófonos, el estado de los cables y auriculares utilizados en la producción. Es durante la edición donde se añaden músicas, efectos, voz en off y su mezcla con otras pistas de sonido.
La fase de grabación requiere largas jornada de trabajo donde pueden aparecer los imprevistos. Es necesario solucionarlos con rapidez, ya que el atraso de un rodaje puede ocasionar importantes consecuencias en tiempo y dinero.
- POSTPRODUCCIÓN. El toque final.
Hemos llegado a la última fase de nuestra producción audiovisual, también conocida como edición o montaje. Aquí podemos revisar la calidad del material grabado y convertirlo en una narración fluida, donde las escenas cobran sentido entre ellas. En esta etapa…
- Se ajustan las imágenes (luz y color).
- Se gestiona el sonido (reduciendo ruidos).
- Se añaden efectos especiales, visuales o sonoros.
- Se incorporan los créditos, siempre que sea necesario.
¡Y se crea la versión definitiva del vídeo! Después, llegará el momento de su publicación y distribución en YouTube, Vimeo u otros canales. Todo depende de los objetivos y necesidades de cada marca.
¿Te gusta la producción audiovisual? En Occam Agencia Digital nos flipa. Cuéntanos qué te preocupa.
