La comunicación es la base de cualquier interacción humana, ya sea profesional o personal. Tal es su importancia que, en el ámbito empresarial y en el departamento de RRHH, se considera uno de los principales pilares para el correcto desempeño de una empresa. La comunicación en su definición es la forma en que la gente interactúa entre sí, ya sea de manera verbal o escrita.
No hay que subestimar este pilar dentro de una empresa, ya que una mala comunicación se podría traducir en un bajo rendimiento y productividad de la empresa. Es fundamental por ello mantener un cuidado de estos canales ya que tanto la comunicación interna como la externa son una de las principales ventanas de cómo se desenvuelve el negocio.
¿Quieres conocer las características de la comunicación interna y externa? ¿Aún no sabes en qué se diferencian? Sigue leyendo y conoce las claves para aplicarlas a tu negocio.
Para poder llevar a cabo una buena estrategia comunicativa es esencial conocer la importancia de los tipos de comunicación que existen dentro de una empresa. Un claro motivo es que la comunicación, en general, es la que aporta el valor diferencial de las marcas y hay que saber gestionarlo correctamente.
En el caso de las empresas existen principalmente dos tipos de comunicaciones. Por un lado, la comunicación interna que es aquella que consiste en hacer llegar la información correcta a los empleados para que puedan desempeñar su trabajo correctamente y, por otro lado, tenemos la comunicación externa que funciona mandando información a personas ajenas a la empresa para que compren o consuman nuestro producto o servicio.
De este modo, a continuación, vamos a hablar más detalladamente de estos dos conceptos.
La comunicación interna es el intercambio de información que se hace dentro de la empresa. Es decir, los trabajadores y empleados, sea cual sea su rol o rango en el negocio interactúan a través de los diferentes canales comunicativos de la empresa. Normalmente, la comunicación interna de una empresa se distribuye en tres niveles:
El principal objetivo de establecer una buena comunicación interna es la motivación del equipo humano, ya que un empleado que se siente arropado normalmente da lo mejor de sí para el crecimiento del equipo.
En definitiva, sirve para fortalecer las relaciones internas entre todos los empleados sean del área o de diferentes departamentos, así la empresa se convertirá en un todo cooperativo con una misma visión de futuro siempre y cuando esa comunicación sea clara y efectiva.
La comunicación interna en la empresa nos proporciona multitud de beneficios, entre los que se encuentran:
La comunicación interna efectiva fomenta la participación y el compromiso de los empleados al hacerlos sentir valorados y conectados con la misión y objetivos de la empresa. Además, cuando todos los miembros del equipo están informados sobre los objetivos, plazos y expectativas, se reduce la posibilidad de malentendidos y errores, lo que contribuye a un aumento en la productividad.
La comunicación interna fortalece las relaciones entre compañeros y entre empleados y líderes. Además, facilita un ambiente de trabajo colaborativo al fomentar la apertura, la transparencia y la confianza, donde los equipos se comunican mejor y suelen trabajar de manera más armoniosa.
En un entorno empresarial dinámico, la comunicación interna es crucial para informar a los empleados sobre cambios en políticas, procedimientos o nuevos proyectos. Por ello, es importante una comunicación clara y oportuna ya que ayuda a los empleados a comprender y adaptarse rápidamente a los cambios, minimizando la resistencia y la incertidumbre.
La comunicación interna sólida contribuye a crear un ambiente de trabajo positivo y atractivo. Los empleados que se sienten valorados y bien informados son más propensos a permanecer en la empresa. Además, la identificación clara de oportunidades de desarrollo y la retroalimentación constructiva pueden mejorar la retención de talento.
Una comunicación interna sólida también contribuye a construir una buena reputación tanto interna como externamente, y es que los empleados satisfechos son embajadores de la marca y pueden hablar positivamente de la empresa.
En resumen, un buen uso y ejecución de la comunicación interna de la corporación trae una serie de beneficios que mejoran la actitud y moral de los empleados, así como la productividad y creatividad de la empresa.
Pero ¿cómo mejoramos la comunicación interna de nuestro negocio? Según la situación hay que saber elegir correctamente por qué canal queremos transmitir el mensaje. Algunas de las herramientas clave son: el empleo de boletines internos a través de e-mail, convocar reuniones de equipo o emplear un software de gestión empresarial que reúna todos estos aspectos necesarios.
La comunicación externa de una empresa es la información que se transmite de nuestra corporación a un público general que va desde los consumidores hasta los proveedores.
El principal objetivo es mantener informado a ese público y mejorar la relación con ellos. La comunicación externa es esencial para construir y mantener la imagen pública de la empresa y para establecer relaciones positivas con su entorno. De este modo, la empresa emite un comunicado con el mero hecho de informar ya sea de la propia empresa, sus productos, servicios o comunicados particulares.
Normalmente, la comunicación externa se emite a través de una serie de vías:
Es tan importante cuidar la comunicación interna como la externa de nuestra empresa. Por ello, la clave es crear un plan de comunicación adecuado, es decir crear una estrategia de comunicación que llegue al público al que nos queremos dirigir, pero también a aquellos curiosos que pueden ser clientes potenciales en un futuro. Por tanto, hay que medir muy bien cómo se dice ese mensaje ya que si se hace bien brindará a la empresa multitud de beneficios.
De este modo, entre los muchos beneficios que ofrece la estrategia comunicativa externa encontramos:
La comunicación externa contribuye a la formación de una imagen positiva de la marca ante clientes, inversores y la comunidad en general. Una reputación sólida puede influir positivamente en las decisiones de compra de los consumidores y en la percepción de la empresa en el mercado.
La promoción de productos o servicios, la publicidad y la interacción en redes sociales son ejemplos de cómo las empresas se comunican con su audiencia para destacar sus ofertas y generar lealtad.
La comunicación externa es fundamental para atraer inversiones y acceder a recursos financieros. Los informes financieros transparentes, las presentaciones a inversores y las actualizaciones regulares contribuyen a la confianza de los accionistas e inversionistas, facilitando la obtención de financiamiento necesario para el crecimiento y desarrollo de la empresa.
Estos beneficios subrayan la importancia de una comunicación externa estratégica y efectiva en la creación y el mantenimiento del éxito empresarial a largo plazo. La capacidad de la empresa para comunicar claramente sus valores, productos y compromisos puede marcar la diferencia en un entorno competitivo y en constante cambio.
En definitiva, la clave es saber diferenciar muy bien la comunicación interna y externa y conocer muy bien qué hace cada una de ellas para saber darle el mismo nivel de importancia en tu empresa.
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