Blog de noticias de Inbound Marketing

¿Cómo sé si el cliente al que me estoy dirigiendo es el adecuado?

Escrito por Javier Gutiérrez | 29 de noviembre de 2018 8:13:00 Z

Esta pregunta es más común de lo que debería. Muchas empresas tienen dudas acerca del tipo de cliente con el que están interactuando. No están muy convencidas de si este es realmente al que quieren dirigirse con sus productos y servicios.

Por esta razón, en las empresas ha cobrado una importancia crucial la definición del perfil del cliente potencial o buyer persona y la manera de conectar con ellos. Gracias a ello es posible llegar y/o atraerlos.

La pregunta que hoy te lanzamos es la siguiente: ¿sabes si te estás dirigiendo a tu cliente potencial? ¿Cómo puedes garantizarlo? ¿Qué estás haciendo para llegar a él? ¿Sabías que su definición es el primer paso de toda estrategia de Inbound Marketing?

Crea tu buyer persona y descubre quién es tu cliente potencial.

Una llamada a la memoria

Estamos seguros de que recuerdas en qué consiste la creación del buyer persona de tu empresa, pero no queremos que te quedes con ninguna duda. Por eso, vamos a recordarte de qué se trata. Independientemente del tipo de negocio, tu empresa necesita interactuar con sus clientes, con aquellos que necesitan tus productos o servicios. Los llamamos potenciales y son el tipo de perfil que necesita adquirir aquello que solo tú le estás ofreciendo.

Los buyer personas son el elemento estrella de cualquier estrategia de marketing de contenidos, y es necesario pararse por un momento a pensar y trabajar su creación paso a paso. Te contamos cómo hacerlo en este enlace.

La mejor forma de saber si te estás dirigiendo al cliente potencial

Creando el buyer persona. Hazlo y comprueba si tus clientes actuales se ajustan a la definición. Para ello es imprescindible crear su historia basada en la profesión, la edad, el salario, las responsabilidades, las metas, los objetivos, los retos, los desafíos, los comportamientos, las formas de buscar información, las RRSS que utilizan, las preguntas que suelen hacer a las empresas o profesionales en quienes depositan su confianza, etc.

El objetivo es crear un perfil lo más adaptado posible a la realidad. Para conseguirlo debemos ponernos en la piel de nuestros clientes, pensar como ellos y hacernos preguntas como estas:

  • ¿Para qué utilizarían mi producto o servicio?
  • ¿Qué puedo ofrecerle?
  • ¿Qué me diferencia de la competencia?
  • ¿Por qué apostarían por mi marca y no por otra?
  • ¿Cuáles son las necesidades o problemas que puedo cubrir o resolver?
  • ¿Cómo busca información mi cliente potencial?
  • ¿Qué le gusta, y qué no le gusta, de mi oferta de productos y servicios?
  • ¿Qué es lo que más le interesa?
  • ¿Qué aspectos pueden influir en su decisión de compra?
  • ¿Qué otras alternativas tienen sobre lo que está buscando?
  • ¿Cuáles son sus preocupaciones?

Ahora sí. Ya puedes comenzar a construir el perfil de tu comprador ideal.

¿Conclusión acerca del Inbound Marketing?

Las respuestas a estas preguntas son el impulso de tu estrategia de Inbound Marketing. Si tuviéramos que aplicar el dicho ‘por algo se empieza’, el buyer persona sería, sin duda, el elemento que da sentido a esta frase.

 En el universo del Inbound es el cliente potencial el centro de toda la estrategia. Todo comienza y acaba en su persona. Piensa en lo que pasaría si solo tuvieras una imagen superficial de ellos, si no conocieras las razones por las que puedes ayudarle. Cavar a fondo es fundamental para comprender, primero, y ofrecerle lo que está buscando, después.

¿El resultado?

El encuentro de dos partes destinadas a encontrarse. De clientes y marcas, dos realidades diferentes con un mismo telón de fondo: atracción.

Hemos llegado al final de este post. Te hemos hecho las preguntas que no pueden faltar en la creación de tu buyer persona, te hemos contado cómo saber si te estás dirigiendo al cliente potencial, y estamos dispuestos a ser testigos de su creación. Así que, si te has quedado con alguna duda, este es el momento perfecto para compartirla con nosotros y comenzar a obtener resultados.

¿Quién dijo que crecer no podía ser cosa de dos?