Si tu objetivo es generar una mayor demanda de tus productos y servicios y, en consecuencia, aumentar tus ingresos, un elemento imprescindible de tu estrategia debe ser la fidelización de tus clientes.
Es fácil caer en la concepción de que, cuanto más tráfico y más clientes captados, más oportunidades de crecimiento para tu negocio. Y, si bien esto es parcialmente cierto, también puedes alcanzar tus objetivos fidelizando a los clientes que ya tienes. De hecho, es más costoso el procedimiento de captación de nuevos usuarios que conservar a los que ya has conseguido.
Cuidando a tu clientela habitual, lograrás un impacto más duradero en tu rendimiento. En eso consiste fidelizar, y también puedes hacerlo a través del marketing digital. ¡Acompáñanos y te contamos cómo!
La fidelización es una estrategia complementaria que, en lugar de buscar convertir a prospectos en clientes, se centra en retener a los clientes ya existentes. Dentro del ciclo de la metodología de inbound marketing, la fidelización entraría dentro de la fase de deleite. Si llegas a esta fase, habrás agregado suficiente valor a la experiencia de tu usuario como para consolidar una relación personal. Para ello, supera las expectativas de tu cliente y cumple tus promesas.
Cuanto más contento esté un cliente con tus productos y servicios, más posibilidades de que lo recomiende a las personas de su alrededor, ampliando tu red de contactos. Además, es probable que los usuarios que lleguen a ti a través de este tipo de recomendaciones sean de mayor calidad. Es decir, que en la mayoría de los casos estarán más interesados por lo que puedes ofrecerles que cualquier persona que llegue a ti por otra vía. Por lo tanto, otro beneficio de la fidelización es que está te permite construir la reputación de tu marca.
Te enumeramos algunas herramientas de fidelización enmarcadas en el marketing digital para que puedas implementarlas como parte de la estrategia de tu negocio:
Para forjar la relación con el cliente, tiene que existir un flujo comunicacional. Entran en juego aquí las estrategias de marketing conversacional. Estas abarcan un conjunto de técnicas que permiten establecer una comunicación directa con los clientes para generar oportunidades.
De esta forma, haces que el cliente sienta que está teniendo una conversación con tu marca, sintiéndola cercana e incluso humana. Especialmente si sus interacciones contigo le aportan valor. Si te limitas a contactar con tu cliente cuando ha expresado directamente que desea hacer una compra, estarás perdiendo oportunidades de venta y cultivando una relación superficial con este.
Si bien son los usuarios los que deciden cómo interactuar contigo, tú puedes generar estímulos que llamen su atención y que les recuerden que sigues ahí, que tus servicios están a su disposición. Con ello, evitas desaparecer de su mente. Si permites que tu relación con el cliente se enfríe, pasarás a un segundo plano y no te tendrán en cuenta cuando vuelvan a tener un problema o una necesidad.
Debes ofrecer tu contenido de una forma constante y centrada en las relaciones, operando en los canales que más se ajusten a las preferencias de cada cliente. La multicanalidad es otro factor a tener en cuenta, ya que no siempre se decantarán por las mismas vías. Mientras que algunos clientes preferirán canales de mensajería, otros se decantarán por formatos más tradicionales como la atención al cliente por vía telefónica o el email marketing.
No obstante, busca que estos estímulos, ya sean en forma de cualquier tipo de contenido o de publicidad, lleguen en el momento adecuado. Si no, te arriesgas a saturar al usuario y a generarle una mala sensación con respecto a tu empresa. Asimismo, no te limites solo a hacerles llegar tus nuevas ofertas, ya que el cliente podría percibir a tu empresa como muy interesada y sentir que te estás olvidando de sus necesidades.
Tu presencia en redes sociales también puede ayudarte a fidelizar clientes. Tal y como ocurre con el marketing conversacional, estas plataformas te permiten generar un diálogo con tus clientes, que en la mayoría de estos casos se materializan en forma de seguidores. Las redes sociales son canales de escucha. Que tu estrategia de fidelización funcione depende de cuánto te esfuerces por conocer a tu cliente, porque solo así podrás aportarle valor.
Con las redes sociales podrás controlar la conversación que se genera en torno a tu marca. Podrás ver qué están comentando tus clientes sobre tu sector o sobre tus propios servicios y productos para interactuar con ellos y mostrarles que te preocupas por su visión. De este modo, también los incentivarás a comentar su experiencia en redes, aumentando tu exposición.
Aunque las ofertas no pueden ser el único elemento en tu estrategia de fidelización, sí pueden ayudarte a conseguir ventas. Ofreciendo tus productos y servicios a precios especiales incentivarás su compra. Además, puedes vincular estas ofertas a eventos o días concretos, especialmente si estos encajan con tu marca.
La lealtad de tus clientes merece que la cuides. Haciéndoles partícipes de sorteos, descuentos, invitaciones a eventos, obsequios inesperados y ofertas personalizadas, lograrás que se sientan valorados por tu empresa.
Otro formato útil para que tus promociones deriven en una acción por parte del cliente es hacerlas en forma de venta cruzada. Una venta cruzada implica animar a tu cliente a comprar un producto relacionado con los que ha adquirido previamente. Y, si a esta técnica de venta personalizada le añades una oferta, tu éxito estará asegurado.
Como hemos visto, los beneficios que fidelizar a tus clientes puede reportar a tu empresa son múltiples. Dejamos a tu disposición algunas estrategias que pueden ayudarte a alcanzarlos. La fidelización de clientes ya se ha hecho un hueco en el mundo del marketing digital. Ahora, es tu turno de decidir si tiene un hueco también en tu propia estrategia. ¡Te animamos a ponerla en práctica!