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¿Cómo elaborar un plan de formación efectivo en tu empresa?

Escrito por Javier Gutiérrez | 16 de noviembre de 2023 8:12:02 Z

Los empleados de una organización son, sin duda, uno de los activos más importantes. Mantener el bienestar laboral y conseguir una plantilla satisfecha y productiva es crucial para el éxito empresarial. Un elemento clave dentro de la gestión de los empleados es el plan de formación. Continúa leyendo para saber cómo elaborar un plan de formación efectivo en tu empresa.

 

 

¿Qué es un plan de formación en empresas?

Un plan de formación en empresas es una estrategia de capacitación interna que busca mejorar el rendimiento y la eficiencia de los empleados. Este plan se integra en la estrategia general de la empresa y forma parte del área de Recursos Humanos. Se centra en aprovechar el talento humano existente en lugar de buscar nuevos empleados mediante procesos de reclutamiento.

El proceso comienza con un análisis detallado de las debilidades y necesidades de los empleados, seguido de evaluaciones de desempeño. A partir de esta información, se diseñan programas y planes de estudios adaptados a los objetivos de la organización. 

Un personal bien formado contribuye a la competitividad de la empresa, mejorando la productividad. En resumen, el plan de formación en empresas es esencial para enfrentar los desafíos del entorno empresarial y mantener una plantilla competitiva.

 

8 pasos para elaborar un plan de formación efectivo en tu empresa

Elaborar un plan de formación efectivo en una empresa puede parecer más sencillo de lo que realmente es. Cada empresa y cada empleado tienen sus circunstancias específicas que afectan al rendimiento y, por lo tanto, al plan de formación. Sin embargo, estos son 8 pasos necesarios para elaborar un plan de formación efectivo en tu empresa.

1. Analizar la situación

El primer paso crucial para la elaboración de un plan de formación efectivo es analizar la situación actual de tu equipo. Esto implica revisar las oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas a través de una evaluación de las competencias. 

Al realizar un examen detallado, podrás identificar las áreas en las que tu equipo puede crecer. Este análisis permite determinar con precisión los cursos de formación necesarios.

Antes de avanzar en el diseño del plan, es esencial identificar las necesidades de formación. Esto puede ser adquirir nuevas habilidades o mejorar las existentes. En este paso se pueden emplear métodos como encuestas, entrevistas individuales o grupos de discusión con los miembros del equipo.

2. Escoger empleados objetivos

Otro punto clave es escoger el público objetivo del plan de formación. Al seleccionar un número de empleados, es esencial realizar un análisis detenido para identificar qué individuos o grupos dentro de la empresa necesitan desarrollar ciertas habilidades o conocimientos.

Este proceso implica definir claramente los objetivos de la formación y las capacidades deseadas para cada equipo. La empresa se debe enfocar en potenciar habilidades que aporten beneficios significativos a la compañía a medio y largo plazo. 

Al delimitar un perfil profesional a fortalecer, se pueden identificar empleados que aprovechen al máximo el programa formativo. Este enfoque estratégico garantiza una formación efectiva y alineada con las metas empresariales.

3. Definir los objetivos específicos

Una vez identificadas las necesidades de formación, es clave establecer objetivos de formación claros y específicos. La redacción de objetivos debe reflejar la situación inicial de la empresa. Llegados a este punto es muy beneficioso emplear un software de Recursos Humanos como Dayfice que permita agilizar el proceso.

Priorizar las áreas de formación y establecer objetivos a corto y largo plazo permitirá que la plantilla aproveche al máximo los cursos formativos.

4. Seleccionar el contenido y formato del plan

Llegados a este punto, es crucial seleccionar el contenido adecuado para alcanzar los objetivos de manera efectiva. Esto implica elegir cursos y formatos que se alineen con las intenciones de la organización. Entre las opciones disponibles se encuentran cursos en línea, talleres, seminarios, entrenamiento práctico, lecturas, etc. 

La elección del contenido específico debe basarse en su relevancia para el equipo y su disponibilidad en el momento y lugar adecuados. Es fundamental diseñar el temario y el contenido de los cursos de manera cuidadosa, seleccionando métodos que los empleados puedan comprender fácilmente. 

La claridad en la estructura del plan de formación, desde el temario hasta los objetivos, es esencial en esta etapa.

5. Buscar a los mejores formadores

El siguiente paso en el proceso de elaboración de un plan de formación efectivo es la selección de los formadores más adecuados, ya sea interna o externamente. Seleccionar formadores comunicativos es clave. 

Algunos internos cualificados pueden impartir clases, o en caso de nuevas materias, se puede considerar la contratación externa. La efectividad de los formadores radica en su capacidad para explicar conceptos con claridad. Por lo tanto, las habilidades de comunicación son fundamentales para conectar con los empleados y garantizar la comprensión del mensaje.

6. Fijar un sistema de evaluación y seguimiento

Al diseñar un plan de formación, es crucial establecer un sistema de evaluación de resultados que vaya más allá de simples exámenes o indicadores de rendimiento. La clave está en obtener retroalimentación de los empleados para mejorar futuros planes formativos. En este punto se pueden utilizar herramientas específicas para facilitar la combinación del plan de formación con la evaluación del desempeño.

Al fijar un sistema de evaluación, se deben revisar y analizar los resultados cualitativos y los cuantitativos. En definitiva, si buscas mejorar el ambiente laboral, es fundamental explorar más sobre la experiencia del empleado.

7. Ofrecer feedback

Ofrecer feedback a los empleados es otro paso esencial en el proceso de formación. Este paso implica proporcionar comentarios específicos y constructivos sobre los logros y áreas de mejora. 

La retroalimentación regular y frecuente fomenta un ambiente de aprendizaje continuo. Se debe ser claro y específico, destacando ejemplos concretos para una comprensión precisa. El diálogo abierto y receptivo promueve la colaboración y la confianza. 

De esta forma, al ofrecer sugerencias prácticas y establecer metas futuras basadas en la retroalimentación, se impulsa el desarrollo continuo de los empleados.

8. Simplificar la aplicación de lo aprendido

Una vez ha terminado la formación, la empresa debe facilitar al empleado la aplicación de lo aprendido. 

Después de completar el programa, es esencial que los empleados puedan aplicar efectivamente sus nuevos conocimientos en su trabajo diario. Esto puede lograrse mediante la asignación de proyectos específicos que requieran el uso de las habilidades, la participación en programas específicos o la implementación de prácticas laborales.

Estas estrategias garantizan una transición fluida del aprendizaje teórico a la aplicación práctica, maximizando el impacto del plan de formación y mejorando el desempeño general del equipo en el entorno laboral.



En conclusión, un plan de formación efectivo es una piedra angular para el desarrollo y la competitividad empresarial, reconociendo a los empleados como activos cruciales. Un plan de formación bien ejecutado fortalece la competitividad y la satisfacción de la plantilla, contribuyendo al éxito a largo plazo de la empresa.

Si tienes interés en elaborar un plan de formación en tu empresa, pero todavía no tienes claro cómo hacerlo, no dudes en contactar con los expertos de Occam Agencia Digital para que puedan ayudarte.