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Decir adiós a un suscriptor no siempre es un fracaso. De hecho, una reducción en tu base de datos puede ayudarte a mejorar, optimizar y ahorrar. Por ello, despedirte y agradecer a un usuario que se va es fundamental. ¡Descubre leyendo nuestro post cómo hacerlo!
¿Por qué es necesaria una buena y amable despedida?
El email de bienvenida inicia la conversación con un nuevo contacto y el email de agradecimiento genera un nuevo canal de comunicación con el mismo. Pero ¿de qué sirve un buen mensaje de despedida?
Es posible que esa pantalla sea lo último que sepa el suscriptor de ti, así que debes tener la responsabilidad de causar una buena impresión final. Pero es que además tienes una oportunidad única para intentar que se lo piense dos veces. No obstante, aunque finalmente decida irse, puedes aprender mucho del porqué ha tomado su decisión.
Razones por las que un suscriptor decide marcharse
Cuando un suscriptor decide darse de baja es por un motivo. Entre los más frecuentes están:
- Invades su bandeja de entrada. Si envías una cantidad interminable de correos el suscriptor no podrá ni leerlos y encima harás que otras de sus comunicaciones se pierdan entre toda la información que recibe de ti.
- Tu contenido no es interesante o siempre repites lo mismo en cada correo electrónico. Muchas veces se diseñan estrategias para la misma marca y hay una tendencia a repetir el mismo esquema, de tal modo que los contenidos no aportan ninguna novedad, e incluso la estructura es la misma. En casos peores, los diseñadores de marketing ni siquiera modifican el diseño del correo electrónico. El usuario siente aburrimiento y al ver que no obtiene nada nuevo, simplemente decide retirarse de la comunidad.
- No se sienten especiales para la marca o piensan que no son importantes para la misma. Esto sucede porque son tratados como simples estadísticas y lo recomendable es pensar en el cliente más que en el número.
- No pueden acceder a los contenidos desde otros dispositivos como sus tabletas o móviles. Las marcas deben atender este detalle: es necesario que los contenidos puedan adaptarse a las pantallas de otros dispositivos distintos al del ordenador.
- Solo reciben correos con productos en venta y los usuarios no todo el tiempo que acceden a su bandeja de entrada están de humor para realizar compras. De ahí la importancia de que las campañas eviten únicamente vender y se preocupen más en crear engagement.
- Porque no personalizas tus correos. Si cuentas con valiosos datos sobre tus suscriptores como nombre, sexo, país, edad e incluso intereses, ¿cómo no aprovecharlos para armar campañas que les demuestren que los conoces y distingues entre la multitud de tu base
- Porque no te reconocen. Ni siquiera recuerdan en qué ocasión accedieron a darte su correo, qué haces, ni por qué querrían saber más de ti.
¿Cómo decir adiós?
- Cumple la ley. Es importante recordar el deber de facilitar a los suscriptores un sistema sencillo y gratuito para darse de baja de nuestra newsletter. No solo por respeto y buen hacer, sino porque es una de las obligaciones legales recogidas en la LSSI, la ley que regula las comunicaciones electrónicas. Todo correo que enviemos ha de contar con un enlace visible para que el receptor se dé de baja.
- Conectad en otros canales. El fin de vuestra comunicación vía email o correo electrónico no tiene por qué ser un punto final en vuestra relación. Sé inteligente y aprovecha ese mensaje final para proponerle nuevos puntos de contacto.
- Pregunta por qué. Igual que decimos que todo comunica, también hay que tener en cuenta que de todo se aprende. Cada feedback que recibas de los usuarios es un potencial aprendizaje: bien te servirá para respaldar las acciones que haces, o bien te hará repensar un par de cosas. Un suscriptor que se da de baja de la newsletter es una oportunidad de aprendizaje estupenda. ¿Por qué no le preguntamos sus motivos para hacerlo?
- Última oportunidad para diferenciarte. El mensaje de despedida es tu última oportunidad para hacer algo diferente, divertir o aportar valor a tus seguidores. Así que debes trabajarlo.
- Cuida el lenguaje. Algo aparentemente tan simple como los textos de ese mensaje de despedida puede marcar la diferencia entre una despedida estándar y una diferente.
- Adapta tu mensaje a cualquier dispositivo. Aunque lo demos por hecho, adaptar el contenido a dispositivos móviles aún no es prioritario para muchas marcas.
- No envíes una confirmación por correo electrónico de la cancelación de suscripción. Esta es una técnica muy utilizada. Si no te lo crees, prueba a darte de baja en algunas newsletters y verás cómo, en cuestión de segundos, tienes varios mensajes de confirmación en tu bandeja de entrada. Mensaje de confirmación que no dice absolutamente nada más que una confirmación. Marcas grandes como Netflix también lo hacen. Este tipo de mensaje no suscita ningún interés para volver a suscribirse pese a que tenga una llamada a la acción que lo proponga. Tiene que ser algo más creativo, más visual y que llame la atención.