Siendo realistas, nos hemos pasado hablando del Inbound por aquí y del Inbound por allá durante mucho tiempo. Es lo que tiene ser una estrategia de marketing efectiva y moderna para las empresas que ha venido para quedarse. Y no solo eso, sino que también te hemos contado algunas cosas acerca del papel del vídeo marketing, las redes sociales, el paso del Outbound al Inbound, etc. Nada que no sepas. Ahora bien, ¿qué responderías si te preguntaran qué no es Inbound marketing? ¿Eh?
Antes de que te pongas a darle vueltas y vueltas a la cabeza, vamos a darte algunas pistas.
¿Alguna vez te lo habías preguntado? Acostumbrados a escuchar hablar de todo aquello que forma parte del universo del Inbound, ¿quién iba a plantearse lo que no es parte de esta metodología? En Occam lo hemos hecho para que no haya lugar a dudas. Vamos a ver de qué se trata…
Hacia todos los sectores y empresas, independientemente de su tamaño. Se dirige también hacia el crecimiento. Inbound es una flecha que indica avance por medio de creación de contenido, personalización, viralización y analítica. Que rueda incansable de la mano del flywheel. Que hace visible, que capta y fideliza. Que convierte a desconocidos en visitantes, a estos en leads, las oportunidades de venta en clientes y, por último, en prescriptores. Es una metodología con pasado, presente y futuro.
En 2005 se acuñó el concepto por parte de los cofundadores de HubSpot, Brian Halligan y Dharmesh Shah. Hoy en día, más del 85% de las empresas que utilizan el Inbound Marketing han aumentado el tráfico hacia su sitio web en los primeros 6 o 7 meses. De cara a los próximos años, la digitalización seguirá brindando a las empresas una oportunidad única para sacar el máximo partido a las herramientas que tienen a su alcance. ¿Cuál es el objetivo final? Optimizar sus resultados. Optimizar sus recursos. Optimizar la experiencia, tanto de la empresa como la del cliente.
Pero…
Como hemos comentado, definir tu buyer persona es el primer paso necesario para poner en marcha tu estrategia de Inbound Marketing y, para ello, es importante preguntarse por las variables demográficas (poder adquisitivo, edad), comportamiento del usuario (dónde busca información, qué le preocupa), hábitos de consumo y cualquier aspecto específico que defina a tu target.
Conocer cuál es el ciclo de compra que va a seguir es más importante de lo que crees, pues dependiendo de la etapa en la que se encuentren, sus exigencias serán distintas. Resulta esencial saber en qué punto de compra se sitúan para ofrecerles lo que necesiten en cada momento. Ya sabes… tú, como empresa, debes estar preparado para satisfacerlos. Piensa en el tono, el tipo y las palabras clave de tu contenido. Y no caigas en el error de pensar que todos los leads son iguales. Para ayudarte, puedes echar mano de herramientas como el Lead scoring o el Lead nurturing.
¿Eres antropocéntrico? Inbound Marketing sí. Porque el hombre es el centro de todo.